Todas tenemos derecho a sentirnos bonitas a solas

En la fotografía como en muchos otros temas, el que mucho abarca poco aprieta, así que cuando decidí formarme un poquito más en serio, decidí centrarme en la maternidad, es  decir, embarazos, lactancia, bebes hasta el año y fotos familiares.

Pero si una amiga me dice bien, yo lo dejo todo. Y eso fue lo que me paso con mi Maria, le apetecía tener unas fotos bonitas de ella sola y a primeros de mayo antes de que llegará el calor nos perdimos una mañana de sábado las dos.

Es cierto que pocas veces son las que por decisión propia nos hacemos fotos solas, entre que no nos vemos bien y que si cedemos es por guardar el recuerdo de con quién estas, las fotos propias y solas pasan a ser como algo obligatorio para la renovación de papeles y poco más.

Ella días antes solo se preocupaba de que yo le dijera como tenía que ponerse, de que ropa elegir y sobretodo de dónde íbamos a ir…. Cabe decir que cuando esa misma mañana le dije el lugar elegido casi le da un patatús.  Cuando le di su CD con toda la sesión su reacción cambio, porque he estado allí, pero sino en la vida me hubiera creído que esas fotos están echas allí.

Y es que cada día tengo más claro que para que unas fotos salgan bonitas no tiene porque ser todo perfecto, simplemente hay que dejarse llevar, estar relajado y disfrutar. En cuanto se dejo de obsesionar porque pose poner y se centro en hablar, reír y dejarse llevar todo fluyo solo. 

Esta donde tirada en el suelo jugamos a poner flores en su pelo creo sin duda que es una gran muestra de ello. Lo mejor de todo es que ella quedo contenta y tuvo las fotos donde se ve bonita y sola como quería y yo feliz de poder conseguir que alguien consiga sus deseos y más si es mi amiga.

Yo no sé tú, pero desde que le realicé esta sesión a ella, tengo más ganas aún de hacerme fotos bonitas.