Congelemos el tiempo
Como te comentaba
hace unos días, si hay algo que me gusta de la fotografía es que permite ver
los cambios que origina el paso del tiempo. Este verano me he dedicado a poner
un poquito de orden en mi galería fotográfica (no la he acabado ni loca…) y de
pronto me encontré con una sonrisa tonta viendo las fotos en diferentes
“momentos” de mis pequeños más fieles…
Mi pequeña musa…
Helena ya la conociste en su Smash Cake, pero con 6 meses ya había pasado
también por delante de mi cámara.
Mi terremoto, mi tío
“tonto”, Iván. Aún recuerdo lo que sude en su primera sesión… jamás me había
encontrado con un niño pequeño con tantos gestos como él, sin embargo ahora es
pan comido y siempre sale guapísimo.
Mario me cautivo con
sus ojazos el primer día que nos encontramos, estaba deseando volver a tenerlo
delante y no defraudó y aún tenemos pendiente una más…
Aitana, la luchadora
con la mirada más dulce del mundo. Es
una delicia hacerle fotos porque lo transmite todo.
Verlos poco a poco
crecer es maravilloso y los convierte en parte de mi vida. Sin duda son con
unas de las sesiones que más disfruto y ellos al ya irme conociendo se sienten
más relajados y salen fotos la mar de divertidas.
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