Un trimestre a contramarcha
En agosto te conté las 8 razones por las que todos losniños deberían de viajar en coche a contramarcha para prevenir cualquier tipo
de lesión en caso de tener un accidente de tráfico. Y por las cuales a pesar de
haber llevado a Noa casi 15 meses en una silla a favor de la marcha decidí
cambiarla sin pensarlo.
Hoy después de 3 meses como usuaria quiero contarte mi
experiencia, los pros y los contras que le encuentro al uso diario de la silla,
en este caso a la Besafe Izi Plus que es la nuestra.Y como ha sido la
adaptación de Noa al cambio de dirección, ya que sin duda es lo que más nos
preocupaba. Por supuesto no voy a tratar el tema seguridad… ese está más que
explicado en el post anterior y voy a limitarme simplemente al resto.
Las sillas a contramarcha suelen ser más altas por lo
que en coches berlina como el mío (Citroën Xsara) y en niños ya grandecitos es casi más cómodo
sentarlos desde dentro que desde fuera a través de la puerta del lado donde está la silla,
ya que al menos en mi caso hay que coger y tumbar a la niña casi al completo
para meter primero la cabeza y luego ya ir subiendo para que entre el resto del
cuerpo. Cierto es que esto también es culpa de que llevamos la silla lo más
pegada al asiento aún para poder seguir usando el asiento delantero, ya que si
lo retiramos nadie podría subirse ya en él, sino seguro sería más fácil.
El asiento se ensucia mucho más que en el otro sentido sobretodo los días de lluvia,
pero es cierto que esto tiene una sencillísima solución… una sabana... un
protector de asiento, o ponerle una funda y asunto arreglado.
La firmeza. Es asombroso como a pesar de que el
anclaje base de ambas sea un cinturón normal de coche… unas sillas bailan en el
asiento si las mueves y las a contramarcha ni agitándolas fuerte consigues
inclinarlas o moverlas ni medio centímetro. Como yo digo siempre es lo más
parecido a un bunquet dentro del coche. Con Isofix como
no lo tengo lo desconozco y no puedo valorar.
La comodidad y las protecciones. Hasta que no ves una
silla a contramarcha, hecha a conciencia para proteger y no para retener, creo
que no te das cuenta realmente de la importancia que tienen cada una de las
almohadillas que la componen. Cada cosa tiene su sitio justamente en el lugar
que tiene que estar para sujetar lo máximo posible pero sin agobiar ni
molestar. Y luego debe de ser muy muy cómoda porque desde entonces a Noa todos los viajes le parecen cortos, antes no dejaba de pedir sacar los brazos o bajarse de allí.
La visibilidad. Yo diría incluso que ve demasiado :D.
Hasta que no cambió de dirección no empezó a avisarnos cuando veía un camión...
un autobús… los pájaros… las macetas de los balcones… y un largo etcétera. Y eso sin hablar de la maravillosa
comunicación que permite que tengamos cuando viajo con ella atrás,
el verse frente a frente permite jugar y realizar muchas más actividades sin
necesidad de retorcernos hacia adelante.
Sin duda para mí todo han sido ventajas y no puedo estar más contenta con la decisión que tomamos.
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