Las mujeres nuestro peor enemigo

Hace unas semanas calló en mis manos un post que seguramente habrás leído porque se volvió viral, es este.  A mí me pilló en un día de esos que hasta el azúcar sabe amargo y la verdad que me hundió. Y es que reconozcámoslo, ante una misma actividad, sobre todo si es en tema de hogar o crianza, siempre halábamos antes a un hombre que a una mujer.

Recuperarme por completo me costó un par de semanas, y es que no podía llegar a entender que yo misma había dicho y alabado esas mismas cosas a los hombres y nunca a una mujer, y volví a caer, en algo que descubrí hace muchos años, que somos las mujeres (metámonos todas y que se salve la que pueda) las mayores creadoras de “machistas” que existen en la tierra.


Pero esta vez no me quedé ahí,  quise ahondar un poco más en el tema y llegué a una conclusión que quiero compartir contigo para ver qué opinas.


Me lo dice mi madre, mis hermanas, algunas amigas, compañeras de trabajo, me lo dicen las miradas de algunas señoras desconocidas que me ven por la calle .

Así empieza su post... todo son mujeres las que le alaban y es cierto, somos nosotras las primeras en catalogar y alabar a los hombres cuando hacen algo "fuera de lo habitual", las primeras en engañarnos a los demás y a nosotras mismas de que los hombres que tenemos al lado reparten el trabajo de casa y los niños a partes iguales. 


Pero esto amiga mía tiene unos "efectos secundarios" y es que si tanto nos ayudan entonces nos debe de sobrar tiempo más que suficiente para hacer muchas otras cosas... como estar perfecta, llevar la ropa combinada, los pelos !!,  la manicura, la peluquería, ponernos en forma. 

De todas maneras, no te alarmes el problema no viene en los genes sino que es algo que hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestra vida, somos mamíferos y por lo tanto aprendemos por pura imitación. De gestos tontos, de comentarios desafortunados, de oír a nuestras madres, etc…   

Yo intento ser un buen padre, pero sinceramente no hago nada especial… o lo que yo hago no debería considerarse “especial”… o al menos no considerarse “especial si lo hago yo” y “normal” si es una mujer la que lo hace.

"Fernando, eso que comentas ha sido toda la vida así"... y aunque por suerte ya hay muchos hombres que se involucran en estas cosas, que dejan de separar por géneros las tareas a realizar y no por ello se sienten menospreciados. Pero nosotras en vez de alegrarnos y disfrutarlo, seguimos con la misma cantinela alabándolos a ellos "por lo que no tienen porque hacer" y como nos sobraba el tiempo empezamos a putearnos a nosotras mismas, imponiéndonos nuevas obligaciones.

Mi esposa  constantemente se flagela por todo lo que no hace porque no le da `más la vida´… y yo mientras tanto vivo más feliz que un regaliz: hago menos, me felicitan más, lo debo estar haciendo bien ¿no?  Por el contrario ella no lo está pasando tan bien, ni se siente tan satisfecha consigo misma: para empezar tiene grabada en la cabeza una imagen inalcanzable de superwoman que puede con todo, reforzada por continuos bombardeos desde el interior y exterior con todas las cosas que debería estar haciendo para ser una gran madre (tortitas con formas de corazones, fiestas de cumpleaños espectaculares, pan casero, salidas por el campo en familia, citas románticas con la pareja… y por supuesto recuperar la figura)… algo que evidentemente todavía no debe ser porque a diferencia de a un servidor a ella nadie le dice “¡que buena madre eres!”… de hecho probablemente la última vez que la felicitaron fue por “el padrazo” que le ha tocado de marido.


Yo en este párrafo fue cuando me derrumbe... me veo totalmente identificada con él y leerlo de "boca" de un hombre me hizo temblar. Como es posible que ellos lo vean tan claro y nosotras no seamos capaces de salir de ese bucle? Además creo que más allá de exigirnos más o menos siempre está la búsqueda de que nos valoren lo que hacemos, no nos vale la propia satisfacción al realizarlo, necesitamos la aprobación de que lo que hacemos es lo correcto y que hacemos lo mejor.  Pero que a nadie se le ocurra decirnos una crítica porque entonces…

La verdad que analizándonos lentamente las mujeres somos muy muy complicadas, y muchas veces pienso que realmente nos gusta sufrir… y vamos concursando en la vida superando pruebas y etapas, sin pararnos a vivirlas y disfrutarlas.

Y es que el texto va de madres… pero sin duda la lucha entre mujeres empieza mucho antes de convertirnos en ellas. Así que pienso que sería bastante aconsejable que empecemos a intentar un cambio en nuestra forma de actuar, por el bien de nuestras futuras mujeres y madres y también de paso de esos hombres que las tengan como amigas, compañeras, esposas o madres, porque al ser ellas mismas más felices así lo compartirán. 


Qué opinas tú?  Te sientes identificada con el texto? Ya lo habías descubierto y estás intentando corregirte?  O pasas de todo y que sigan sufriendo las demás como nos ha tocado sufrir a nosotras?

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