Un parque, un atardecer y dos niños
Hacerle fotos a estos pequeños y en este parque se
está convirtiendo en una preciosa tradición en Gijón… y es que la compañía, la
naturaleza y la luz no pueden ser mejor.
Y aunque acabaran chorreando por las mangas y con
arena hasta en el pañal… sin duda hay que repetir una y mil veces más.
No sé tú, pero yo cuantas más fotos hago en exterior…
menos fotos quiero “de estudio”.
Enamorada es poco :)
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