Los niños tienen derecho a ser amamantados aunque sus madres vuelvan al trabajo
El post de esta semana no podía ser sobre otra
cosa. No quería que pasará esta semana sin poner mi granito de arena en este
tema, ya que como sabes la lactancia es un punto muy importante en la
maternidad y aunque carezco de formación sí que dispongo de bastante
experiencia. Y si contar mi caso te ayuda a ti como mamá al leerlo a no
abandonar tu lactancia por tener que volver a trabajar o simplemente a darte
ganas de intentarlo sin duda habrá más que merecido la pena escribir estas
líneas.
Todos los años se celebra la semana mundial de
la lactancia y cada año cambian el tema, para ir ampliando conocimientos sobre
ella. Este año ha tocado amamantar y trabajar, para reivindicar que aunque
nuestra baja laboral se acabe nuestro derecho y el de nuestro bebes de seguir
amamantando permanece intacto.
Lo ideal sería que la baja maternal, al menos
durara los 6 meses que son recomendables de lactancia exclusiva, o que nos
pudiéramos permitir pedir una excedencia… reducción… vacaciones o cualquier
otra cosa que nos permitiera estar el máximo tiempo posible con nuestros
pequeños, la gran mayoría no nos lo podemos permitir y nos toca “exprimirnos”
un poquito más la cabeza para conseguir algo que es necesario y de derecho.
En mi caso decidí añadir el periodo de
lactancia al terminar mi baja maternal por lo que sume 21 días a las 16 semanas
de baja y me apreté el cinturón al máximo para durante un mes poder permitirme
trabajar a media jornada para hacer más llevadera la vuelta para ambas. Mi
trabajo es a jornada partida y de una duración de 11 horas diarias con
desplazamientos, por lo que me parecía demasiado sufrimiento para ambas hacerlo
de golpe y aunque fue duro igual separarme 6 horas y media los primeros días
sin duda creo que fue lo mejor que hicimos para acostumbrarnos a nuestra nueva
forma de lactar.
Muchos seguramente te digan que acostumbres a
tu hijo meses antes al biberón… o a tomar tu leche extraida, yo no lo
recomiendo para nada, ya que lo único que haces es adelantar ese momento con el
posible “peligro” de que tu hijo se adapte tanto al biberón que pueda rechazar
el pecho o volver a producir un mal agarre con las consecuentes grietas o
mastitis que eso puede acarrear. El niño seguramente sufra el mismo tiempo 2
días, una semana o tres como necesito N, pero llegado el momento acabará
entendiendo que si tiene hambre y mamá no está no tiene otra opción de
alimentarse, así que para que vamos a hacerlo sufrir con 2/3 meses si podemos
hacerlo con 4/5?
En la vuelta al trabajo el sacaleches va a ser
tu mejor aliado, olvídate de esos comentarios que dicen que es un artilugio
inventado por el demonio… solo tienes que hacer una buena elección y no
intentar escatimar en su compra. Un sacaleches eléctrico y buenecito suele
andar sobre los 100… 150€ un importe que puede parecer elevado pero al que yo
siempre comparo con lo que valen las latas de leche artificial… sobre 15€ por
lata y unas 6 latas al mes… en mes y medio a mi me sale más que amortizado…
Yo me decanté por el Swing de Medela (aquí hay una oferta muy buena) y muchas
veces me he arrepentido de no haber cogido el doble, ya que si realmente se
tiene claro que se quiere dar solo pecho la comodidad y la rapidez de extraer
“el doble” en el mismo tiempo al final acaba compensando. Es cierto que yo la mayor parte de las
extracciones las realizaba mientras amamantaba a Noa y por lo tanto solo
hubiera podido sacar de una pero las de por la mañana o durante el primer mes
que realizaba una extracción en mi hora del desayuno sí que me hubiera venido
genial.
Otra cosa importante es marcarse un horario,
no hay que ser súper estricto pero sí que es bueno que las extracciones no se
hagan cada día de distinta manera porque así el cuerpo toma una rutina y se
prepara. Yo una vez que volví a jornada completa realizaba un total de 5
extracciones al día.
07:00 antes de salir de casa.
11:00 mi hora del desayuno
14:30 al ir a comer a casa
18:00 mi hora del café
20:30 de vuelta a casa
La de las 18:00 la abandone a las dos semanas…
no me merecía la pena todo lo que había que liar para extraer solo 40 o 50 ml
ya que al disponer de poco tiempo me estresaba para no tardar. Las extracciones
de la mañana al pasar los 6 meses las fui turnando… si N se despertaba justo al
levantarme y la tomaba directa realizaba la de las 11 pero si no se despertaba
y extraía en casa antes de ir a trabajar pues dejaba el sacaleches en casa y me
daba “el día libre”.
Así estuvimos hasta los 8 meses, momento en el
que tuve que tomar una decisión… el tema de conseguir “toda la leche” que
demandaba Noa (unos 300ml diarios… 180 a la mañana y 120 de tarde) me estaba
superando y cada vez conseguía extraer menos, así que decidí que las tardes que
no hubiera leche suficiente pues simplemente si quería algo más aparte de la
fruta se tomaría un yogur, algo de embutido o cualquier otra cosa y así fue que
dejé la toma de la mañana, era la que más pereza me daba y en la que menos
conseguía así que fue un verdadero alivio abandonarla.
En tres meses pasamos de las 5 extraciones con las que empezamos a
los 5 meses a solo 2 las cuales mantuvimos hasta los 15 meses, momento en el
que Noa empezó a querer cambiar de pecho durante las tomas varias veces y por
lo tanto le molestaba que yo tuviera ese aparato por allí en medio siempre.
Luchamos durante dos semanas ya que justo por aquel entonces estaba siendo
donante de leche materna para dos niñas con cáncer y me daba pena abandonarlas…
pero es cierto que una vez tomada la decisión fue un alivio… comenzó una nueva
etapa en la lactancia mucho más relajada y satisfactoria pero sin duda sin el
“esfuerzo” del principio de seguir adelante con la lactancia exclusiva nada
hubiera sido igual.
Por lo tanto si estás en tus primeros meses de
maternidad y ya tienes el canguelo de que pasará con la lactancia cuando tenga
que volver al trabajo recuerda que solo tienes que tener claras 4 cosas:
1. Estar convencida de que a pesar de
que va a suponer un esfuerzo mayor que si abandonas, solo van a ser unos meses
y la recompensa será grande.
2. Hacerte con un buen sacaleches o
intentar la extracción manual.
3. Organizarte y proponerte un
horario para que tu cuerpo sepa cuando tiene que reaccionar.
4. Seguir haciendo oídos sordos de
todos los comentarios “bienintencionados” que te hagamos los demás y escuches a
tu instinto y a tu bebé.
Y este cuarto punto es muy importante porque a
mí me llegaron a decir de todo cuando decía las primeras semanas que mi hija
pasaba hasta 8 horas sin comer porque no quería el bibi…. Los primeros días no
tomaba más de 20 o 30 ml en todo ese tiempo.
Pero claro ella al segundo día paso de solo despertarse una vez por la
noche a hacerlo 4 o 5… el ayuno nocturno tan bien visto por todos los padres en
los niños que duermen la noche del tirón mi hija lo hacía por las mañana que su
madre no estaba. Si lo miras así no es tan preocupante verdad?
Estoy segura que si alguien está pasando justo
por este momento agradecerá la extensión de este post, aún recuerdo los
inmensos mails que me leía de chicas que habían pasado por ello cuando yo aún
no había vuelto al trabajo y me sabían a poco y sin embargo ahora los veo
enormes ¡! Jajajaj por eso no he querido abreviarme en nada.
Recuerda querer es poder pero si nos ayudan y
nos apoyan mejor que mejor. Si te ha resultado interesante o conoces a alguien
a quien le pueda ayudar porque esté en ese momento no dudes en compartirlo
seguro que te lo agradecerá.
Nos vemos el lunes que viene con un post mucho
más relajado y vistoso… palabrita de no currante.
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